A lo largo de los años, Vark ha vagado por reinos lejanos, entrenándose y buscando respuestas. En su juventud, fue perseguido por aquellos que temían el poder de su linaje y por criaturas que deseaban eliminarlo para evitar que su sangre se convirtiera en una amenaza.

Un día, encontró un antiguo templo donde descubrió las reliquias de su madre, una princesa caída, y recibió visiones de su padre, un dragón humanoide, quien le mostró fragmentos de su verdadera naturaleza. Desde entonces, Vark ha estado marcado por esas visiones, luchando por comprender su propósito y cómo puede usarlas para proteger a aquellos que ama.

Sin embargo, internamente, Vark enfrenta una batalla constante con la sombra de su padre. En momentos de furia, el fuego y la ira del dragón parecen apoderarse de él, y se pregunta si realmente es humano o si está destinado a convertirse en un monstruo, temido y odiado por todos. Este conflicto lo atormenta, alimentando tanto su determinación como su miedo.

Externamente, los desafíos no cesan. Vark se enfrenta a enemigos que buscan controlarlo o destruirlo, ya sea por el poder de su linaje o por el temor que genera su existencia. En su viaje a través de diferentes reinos, lidia con facciones políticas que lo consideran una amenaza o una herramienta valiosa para sus propios fines. Además, está constantemente acechado por cazadores de dragones, convencidos de que él es la clave para encontrar al último gran dragón oculto.

Marcado por el peso de su sangre y las expectativas de su destino, Vark se esfuerza por hallar un equilibrio entre el hombre y la bestia que habitan en su interior, mientras lucha por forjar su propio camino en un mundo que teme tanto lo que es como lo que podría llegar a ser.